Y es que en Zarautz el viernes vino el vendaval y la tormenta. En esta foto ya estábamos esperando a recoger, con toda la cestería en la carpa de la vecina, o guardada en cajas. Claro está, después de haber volado dos veces el baúl de los pendientes, y volado por los aires la carpa que nos prestó amablemente una artesana de la asociación. Y con la carpa un poco lesionada, por suerte dejó de llover y pronto recogimos......
Al día siguiente pues, yendo en coche para Zarautz, pues alegría y a pasar el día, risas y buen humor, y la verdad es que el sábado fue mejor, muy agradable el ambiente, el clima nos respetó bastante y el puesto cambió de cara.....
Ese día terminamos agotados, yo me volví hiperactiva a momentos, Maite se lo pasó en grande jugando a que surfeaba con Jon o con Núria, los pendientes gustaron, los pasadores volaban pero sin viento, y cuando mi niña estaba en el puesto andaba cesteando también, que últimamente le gusta y se está iniciando en este maravilloso y olvidado arte. Cosas así, como éstas, hizo ella, y lo puso a la venta, con precio y todo, y con la compra de su collar, regalaba su sofá....
(en la foto, collar y sofá, hecho por Maite)
Y sí, pasamos el día con alegría, como nos habíamos propuesto, y como no tuvimos bastante con dos días, pues volvimos a ir! El puesto el domingo parecía que había cogido solera, y iba mejorando a medida que las ideas iban surgiendo. Así veíamos la plaza desde la silla....
Y así la vió el ojo desde la cámara.....
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