domingo, 10 de mayo de 2015

Entonces me acordé...

Andaba hace unos días cesteando alegremente, y vino el Niño Francis... Y todo se transformó... y entonces me acordé.
Me acordé que me gustaba cantar. Me acordé que había gente linda en el mundo a quienes les gustaba mi blog.
 Me acordé que me gustaba escribir. Me acordé que tenía una amiga a quien prometí colgar en el blog la bonita foto que con cariño me editó.
 Me acordé que un tal "cestero" me dejó un comentario que me llenó de ilusión, y que nunca le contesté. Me acordé que otra chica de otro lado en nuestro mismo mundo me pidió una información, y nunca se la dí.
Y me acordé que, de vez en cuando, a mi también, si dejo que vengan... las ideas llegan, y el bolígrafo las cuenta,  el junco las teje,  las manos las crean, las fotos las exponen.
Sí, las ideas llegan...  paralelas al sonido armónico que la voz de Francis reparte por Oñati, y a la luna llena de aquel ayer.



Edición de foto: Núria Sarrablo