Empezamos poliki poliki, como en família, el sábado por la tarde. En el suelo había una esfera extraña, Qué será eso, empezó Izaro a tejerla, y pronto se incorporaron más.
Así estuvimos unas horitas, a gustito tejiendo kaótico, elaborando poc a poc el tomate y el cuerpo del caracol, encontrándonos, conociéndonos, con el calor de la tarde y el sol.
Garbiñe nos regaló algunas fotos (la más bonita de todas estas es de ella), y otras que mostraré en otra ocasión...
El domingo empezó todo cambiando de lugar, el sol amenazaba con derritirnos a todas, cogimos esfera, caracol y cuerpo de caracol y nos refugiamos a la sombra del lugar, pues ni la carpa servía para refrescarnos. En esta ocasion fue Maite, mi Maite, la que nos regalaba fotos. Fuimos creciendo en número de gente, de manera casi exponencial, y en una de esas....
En una de esas llegó el fotógrafo. Multitud de fotos preciosas del ambiente, el trabajo, las risas, los bañitos en la piscina olímpica, el tomate, el caracol, el equipo... No digo más. Una imagen vale más que mil palabras. Y si son unas cuantas imágenes, ya ni te cuento. Ahí van. A disfrutarlas!