Me pongo a tejer, hay que terminar los encargos, los benditos encargos, los sagrados encargos, que llenan el tiempo entre mimbre y mimbre y consiguen que de toda la creación guardada en mi vientre femenino y la inspiración guardada en el alma desde quien sabe cuántos siglos... se pongan en acción...
Y me pase, como le contaba a una amiga, como cuando vas a la pelu y le dices córtame las puntas, y sales con el pelo escalado y teñido de colores, pues me pasa a mi lo mismo, y pienso voy a hacer esto, y me sale esto, aquello y lo otro, más bien aquello y lo otro, que se parece a esto, pero no es bien bien igual. Bueno, no pasa nada, si no lo quiere le haré otro más parecido a aquello que me pidió, es que me lo pedía algo muy a dentro de mí, no lo hagas igual, que puedes hacerlo distinto!
Suerte que me pasa solo a veces, que otras me controlo y digo va, paso a paso, tal como hice éste haré aquel...
Pues en medio de todo este montón de tiempo, un curso de esos fantásticos de l'associació catalana de cistellers i cistelleres que están ahí dando caña y parece que en Catalunya está como resurgiendo la afición a la cestería, pues ahí vamos a aprender, y vamos si aprendí! Aprendí de lo poco que sé, de lo mucho que me queda por aprender, de la importancia de la constancia, de los errores y de los aciertos. Y de paso aprendí lo que había venido a aprender, un cesto de nueces del que por cierto, no sé por qué perdí la foto, pero me queda una en que está el cesto de espaldas, acompañado de otro más txikito, y luego vino otro más, otro más, otro más, y aún otro más. Y más que voy a hacer!
Vamos, de todo ello y más he preparado una selección de fotos, vamos a tomárnoslo con calma y un poquito de humor.... que hay mucho, que igual ocupará más posts.
Al principio, antes de ir a Barcelona a hacer el cesto de nueces, me dio por tejer en papel, y mejorar todo lo que pudiese. Cogí un páginas amarillas, y con paciencia empezé a tejer, teñir, pintar, barnizar. Primero hice un macetero...
que Maite me editó, y me costumizó
y le puse palos para moños, con abalorios hechos de papel
como éste
éste
o éste...
tejí este cuenco
Que me recuerda a los cuencos de paja....
y acto seguido, vino también éste
También con su montón de horas, y montón de paciencia...
Y por hoy creo que suficiente, os dejo con el papel, y otro día os enseño más... y os explico aún más.
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