Y vamos ampliando la familia! Un día se coló una araña, luego vinieron andandito dos pares de patuquitos, y broches por aquí, y broches por allí, y corazones con punto lila, y corazones euskaldunes, y pendientes, y al final despacito pero sin pausa llegó un caracol acompañado de una libélula en su flor, y los enganchamos en una horquilla para el pelo, y les hicimos su casita en una caja y allí están esperando que alguien se las lleve y les dé una vida nueva y una historia que contar.
Una puede ser.... Pues sí, un día fui a Arrasate (un gran pueblo donde los haya), y había un mercado artesano y una chica un tanto excéntrica tenía un puesto aún más excéntrico y allí me llevé este broche.
Otra puede ser.... Ay, no sé, pero la medusa interplanetaria esta tenía una alegría...
En todo caso, desde casa alegremente, ganchillo y cestería, con mucha alegría.
Alegre todo lo que veo
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