QUE LLUEVA, QUE LLUEVA!

Pues estas son mis mañanas, una vez Maite ya está en el cole, y yo llego a casita, pongo la comida en marcha, y poc a poc (poliki poliki) remojo el mimbre o el junco, y ahí que me pongo un día con una cosa, otro día con otra, otro día con  la lana... y otro con una madera, y voy tejiendo tejiendo con el junco, con la cabeza en la pieza, sin saber qué me saldrá....

 

Y voy avanzando sin prisa pero sin pausa, y a medio camino lo dejo todo para estar con mi hija, irla a  buscar, darle de comer, llevarla al cole otra vez, y otra vez en casita vuelta a tejer y tejer, sin parar el poco tiempo que hay, y la verdad es que el día que logro terminar un paraguero, dan ganas hasta de que llueva.... la recompensa es así.... ha valido la pena!